Los autónomos y pymes tienen externalizados multitud de servicios, entre ellos las labores de asesoría fiscal, laboral y contable en muchos casos. Uno de los puntos más espinosos siempre por la rigidez y cambios normativos es el área laboral, encontrándose subcontratada esta función en más del 95% de las pymes.

No cabe duda que la subcontratación (también llamada Outsourcing), como práctica empresarial, es un mecanismo de mercado mediante el cual, una empresa contratista u organizadora encarga a otra subcontratada la realización de un servicio o la producción de partes, componentes o su ensamble, que luego se incorporan en un producto que venderá la primera.

La necesidad de la subcontratación se origina frente a la alta exigencia de calidad del mercado en el que nos movemos, puesto que ninguna empresa puede «hacer todo» de manera totalmente eficiente. Así, mediante la subcontratación u outsourcing, una gran cantidad de actividades o procesos pueden ser realizados por terceros de una manera más eficiente y económica.

Las tareas, servicios o productos que es conveniente subcontratar, son aquellos en los que otras empresas más especializadas podrían hacerlos mejor, más rápido y el cliente no percibirá ninguna disminución de valor, así está a la orden del día subcontratarte servicios tales como servicios de administración. Contabilidad, análisis económico – financiero y control de costes.

Al contrario hay actividades que no deben subcontratarse como sería el caso de la tesorería (administración y gestión de cobros y pagos), el control a proveedores, el servicio a cliente, la administración de la calidad, la administración estratégica

Tenemos que tener presente que el tamaño de la empresa es un factor que determina en gran medida la conveniencia o no de subcontratar. A mayor tamaño, menor necesidad de outsourcing y mayor conveniencia de producción propia. Esto es debido a que las grandes empresas alcanzan con mayor facilidad el umbral que marca la rentabilidad de realizar el proceso de forma interna, al tener mayores volúmenes de producción y de necesidades en todas las áreas funcionales.

Dejarme que os nombremos alguna de las ventajas de la subcontratación, muchos costes fijos se convierten en variables, especialmente los referidos a gastos de personal, se reduce la necesidad de inversión en inmovilizado, se reducen algunos costes, especialmente los de mantenimiento y conservación de bienes, se genera una mejor organización de la producción, al poder absorber la estacionalidad y ganar en rapidez de servicio (“time to market”), se evitan algunos costes ocultos por ineficiencias que son inherentes a la curva de aprendizaje de la empresa, aumenta la competitividad, mejora en la calidad de servicio al cliente, se obtienen economías de escala a medio y largo plazo, gracias a la flexibilización y optimización del proceso productivo, permite eliminar barreras de entrada en un mercado determinado y ayuda a enfrentar cambios estratégicos que deben hacerse rápidamente.

Seguiremos informando sobre las noticias actuales que puedan ser interesantes de compartir con vosotros.