Por definición, colaborar dentro de un equipo implica que “la realización de la tarea o el logro de un objetivo se supedita al compromiso personal que cada uno ponga. Asimismo, la comunicación y el respeto a las contribuciones del resto de los compañeros son pilares importantes”.

En el trabajo colaborativo todos los participantes se implican por igual y se aprovecha al máximo el potencial de cada uno. Hoy en día, el trabajo colaborativo es la piedra angular del buen funcionamiento de un equipo y del éxito de cualquier empresa. Esta noción es bastante fácil de comprender, pero muy difícil de llevar a la práctica sin trabajar en los obstáculos que lo impiden.

Recomendaciones para mejorar la colaboración en los equipos

Introducir la cultura colaborativa es uno de los desafíos de los líderes de equipos, no obstante, hay 3 obstáculos que impiden el trabajo colaborativo y que pocas veces monitorizamos en nuestras empresas:

1. MANTENER A RAYA LOS EGOS: En el trabajo colaborativo, todos los miembros del grupo deben estar dispuestos a aprender unos de otros, deben orientarse más allá de un objetivo personal hacia un objetivo, propósito o bien común, ya que, por regla general, cualquier forma de egocentrismo es contraria a la colaboración.

2. MANTENER ABIERTOS LOS ESPACIOS DE CONVERSACIÓN Y REFLEXIÓN: Estos espacios son los verdaderos reguladores del equipo (necesitamos regular tanto la timidez, la inseguridad o la falta de confianza como la petulancia y el narcicismo excesivo). La colaboración requiere que todos los miembros participen, ya que es la única forma de asegurar el intercambio real de cada miembro con el equipo. Si por alguna razón, unos acaparan el control y otros no se involucran en el proceso del trabajo colaborativo, resulta difícil que todo el equipo alcance el éxito.

3. NO PROMOVER LA COMPETENCIA ENTRE LOS MIEMBROS DEL EQUIPO: Es contraria a la colaboración y, por tanto, es importante desbloquear los patrones jerárquicos para que la gente se desapegue de sus ‘cargos’ y empiecen a ser más importantes las motivaciones y las experiencias de cada uno. Necesitamos que las personas puedan y quieran ponerlas al servicio del equipo.

¿Podrías pensar hoy en innovar, cambiar, transformar, avanzar, resolver, solucionar, lograr un objetivo común…sin pensar en el trabajo colaborativo?